El Real Decreto 2177/2004 establece que los equipos de trabajo, incluidas las escaleras de mano, deben ser revisados periódicamente para garantizar la seguridad y salud de los profesionales.
Por su parte, la Norma EN 131-3 exige que en las instrucciones de uso debe aparecer una lista de los puntos a inspeccionar. Si alguno de estos aspectos no se cumple, la escalera no debe utilizarse.
Realizar una inspección antes de cada trabajo en altura ayuda a prevenir accidentes. Por ello, desde la Asociación Española de Fabricantes de Escaleras Portátiles (AFESPO) hemos preparado esta guía práctica con una checklist de seguridad para que los profesionales sean capaces de evaluar el estado de la escalera de forma eficaz.
¿Cuáles son los criterios de revisión?
Las escaleras de mano son una de las más utilizadas en el entorno industrial y, a la vez, una de las que más accidentes provoca. Por este motivo, los trabajadores deben recibir formación para saber identificar cuándo un equipo de trabajo presenta daños que pueden comprometer su estabilidad o seguridad durante su uso.
Para minimizar los riesgos durante un trabajo en altura, es necesario revisar estos puntos:
- Etiquetas de identificación y marcado. Las etiquetas de las escaleras proporcionan a los profesionales información esencial, como la carga máxima, instrucciones de uso, fabricante o cumplimiento normativo. Deben estar legibles y visibles y libres de pintura o suciedad que pueda ocultarlas. Esta información es clave para un uso seguro de la escalera.
- Peldaños. Comprueba que no presentan desperfectos, están rotos, agrietados, mal ensamblados, abollados o doblados. Además, asegúrate que su superficie está limpia de sustancias resbaladizas –grasas o aceites– que puedan provocar resbalones accidentales.
- Largueros. Los largueros sostienen la estructura de la escalera, por lo que es importante verificar que la unión entre ellos y los peldaños y/o escalones se encuentran en buen estado –sin tornillos o remaches sueltos– para garantizar la estabilidad y seguridad de la escalera. También debes revisar cualquier daño físico que pueda comprometer el uso de la escalera como pueden ser golpes, abolladuras o deformaciones.
- Pies antideslizantes. Estos elementos, con el uso y el paso de tiempo, pueden desgastarse y dañarse, perdiendo su capacidad de adherencia al suelo y provocando que la escalera se desplace accidentalmente sobre la superficie durante su uso. En caso de que la escalera esté inestable sobre una superficie nivelada, habrá que reemplazar los pies antideslizantes inmediatamente para garantizar la seguridad de la escalera.
- Dispositivos de seguridad –tirantes, cintas o bloqueos de seguridad–. Para inspeccionar el buen funcionamiento del bloqueo de seguridad, comprueba que el mecanismo se bloquea y desbloquea sin dificultad, quedando firme al activarse. Por otra parte, verifica que los tirantes y cintas de seguridad no presenten cortes, golpes o desgaste que impidan el despliegue completo.
¿Qué sucede con las escaleras que no pasan la inspección?
Cualquier escalera que no cumpla los requisitos de seguridad debe retirarse inmediatamente del servicio para evitar accidentes. Es imprescindible identificarla con un cartel visible que indique “No usar” o “Dañada”, de modo que ningún operario la emplee por error.